En un abrir y cerrar de ojos, diciembre llegó con sus múltiples decoraciones, eventos, fiestas, reuniones, aromas y su clima frío que te hace querer quedarte un ratito más entre tus sábanas.
Qué mejor que un chocolate caliente para empezar el día y entrar al mood navideño, pero ¿qué pasa con aquellas personas que no sienten diciembre como una oleada de felicidad y amor?
Mundialmente conocida como la depresión navideña y otros incluso le han llegado a nombrar el Síndrome del Grinch, diciembre para muchas personas representa todo un reto lograr gestionar sus emociones ante tales festividades.
Y puede que te preguntes, ¿es un trastorno o enfermedad que deba ser tratada? La realidad, más que ser una enfermedad es un sentimiento de melancolía, tristeza, soledad, ansiedad e incluso para muchos representa el fin de algo que nunca se cumplió o sucedió.
Es cierto que mucha gente se deja envolver por la época para lograr escapar un ratito de la realidad, y es que cómo no hacerlo cuando en Netflix te encuentras cientos de películas sobre navidad donde todo termina con un final feliz, pero cuando termina la película te das cuenta de que, la realidad no es como la ficción.
Diciembre representa más que un cierre de año, representa unión, amor, felicidad, familia, logros y nuevos comienzos.
Y si quieres la lista se puede hacer mucho grande, pero, a veces esta lista puede ser dolorosa para aquellos que perdieron a un familiar, o algunos que no lograron las metas que se propusieron a inicios de año. Incluso puede ser agobiante ver familiares con miles de preguntas sobre tu vida, cuando ni tú sabes que está sucediendo en ella.
Por eso, hoy queremos decirte que no porque sea navidad, año nuevo o diciembre, tienes que ser el alma de la fiesta o el ser más positivo del planeta, en su lugar, sí puedes darte este tiempo para ti, para entender de dónde nacen estos pensamientos, cómo puedes exteriorizarlos para trabajarlos y sanarlos.
Pero, sobre todo, que no porque todo a tu alrededor se vea con caras felices, quiera decir que sus vidas son perfectas o que no hay problemas, simplemente deciden tomarlo desde otra perspectiva.
Te recomendamos asistir a un psicólogo para comenzar tu camino hacia tu interior y entender tus emociones y pensamientos, antes de juzgarlos o reprenderlos. A veces solo necesitamos escucharnos desde dentro, para lograr sanar.
Comments